A Juan Roldán, mi tío abuelo.
In memoriam.
No fue la pipa.
Tampoco fue el humo...
Fue tu misterio.
In memoriam.
No fue la pipa.
Tampoco fue el humo...
Fue tu misterio.
Rafael Roldán Auzqui
El hombre
que lleva un pez dulce
entre sus ropas
como un sueño
que lleva un pez dulce
entre sus ropas
como un sueño
no está perdido
Carlos Carbone
Buenos Aires
qué haré con estos ojos
que te buscan
justo ahora
cuando mutilado el tiempo
no alcanzo a tocar
la punta del invierno
Migdalia B. Mansilla R.
Mérida
que te buscan
justo ahora
cuando mutilado el tiempo
no alcanzo a tocar
la punta del invierno
Migdalia B. Mansilla R.
Mérida
Venezuela.
Antes de entrar a la radio, saludamos a la luna, redonda y radiante. Hermosa, digna de una bandada que esperaba. Siempre un relato de inicio que procura dejar un mensaje. El elegido esta vez fue Un millón de sandías, de Isidoro Blaistein. El programa tuvo un destinatario especial: Pedro Soto, de Quilmas, Pcia. de Buenos Aires.
Las efemérides decían que un día como hoy pero de 1875 nacía en Sevilla uno de los más grandes poetas de España, Antonio Machado y Ruiz. Y en 1952 moría Eva Duarte de Perón.
Con Las mañanitas de fondo, en la armónica del mexicano Carlos Villa Guzmán, se homenajeó a los cumpleañeros de la semana: El 21 de julio: Carlos (Piro) Garro Aguilar. El 24, Molly Bic, de La Carlota. El 25, Víctor Hugo Vazquez, de Palpalá, Jujuy y Mariana Toniolo, una de las Pretextas. Precisamente el 26, Ofelia Funes, Elisa Dejistani, Gladis Acevedo , Adolfo Zutel y Eugenio Polisky.
Hubo saludos para todas las Ana y los que llevan por nombre Joaquín, en el día de sus santos.
Y no faltaron los deseos de éxitos para la rosarina Nerina Thomas, amiga de nuestra luna, que volvió al aire de la radio con un nuevo programa , “Iniciando la tarde”, por AM Libertad 109.0 del dial, de lunes a viernes de 14 a 15 horas. Y por Internet a través de www.amlibertad.com.ar.
Con rumor de Vuvuzelas fueron saludos para Adolfo Zutel, para Cacho, para Néstor Chavez, gente de tango. Para los amigos del Trío Voces .También para el chileno Luis Barbieri y los peruanos, Julia del Prado, Lily Cuadra y Tabaré Ramos.
En el rincón de los amigos como siempre la recomendación de ingresar al boletín www.boletinliterariobastaya.blogspot.com, que dirige Eduardo Planas para disfrutar de cine, música, literatura, leer el número Especial sobre la pipa recientemente publicado , del cual se leyó el haiku que hizo especialmente para la ocasión el escritor Rafael Roldán Auzqui, y que figura al inicio de la reseña. También recordamos a nuestros amigos que tengan pensado venir a Córdoba, que en Villa Gral Belgrano, Eduardo Santana y su familia los harán sentir como dioses en su Posada Aitue, un maravillo lugar que pueden ver a través de su página www.aitueposada.com
Se nos llenó de grillos la radio al leer un texto de Victor García, un asiduo concurrente a Noche de Bandada, los miércoles de 20 a 22 en el Café Ethiopía, Belgrano 73. Se leyó también Crasso error del chileno Sergio Rodríguez Aranís.
Muchas presentaciones de libros: María Paula Mones Ruiz, Alida Olocco, Leandro Calle , los datos de día y hora van al final de la reseña.
Y la luna se prestaba para las leyendas, ¿en qué se convirtió el tejedor de la puna? ¿Qué pasó con el quirquincho que quería cantar como los canarios? Las leyendas estarán en el lateral del blog para que las disfruten. Leyendas que mucho le gustaron al invitado de esta luna, PEDRO MEDRANO, un hombre que tiene el oficio de la electrónica, que le encanta inventar cosas pero que por sobre todo lleva la música en el alma y la transmite a través de su charango. No se queda en canciones del altiplano, hace arreglos, maravillan sus manos sobre las cuerdas y nos hace escuchar las maravillas que la intervención de ese instrumento hace en los diferentes géneros musicales.
Pedro nos contó cosas interesantísimas, el precio de un charango, cuales son los mejores del mercado, quien lo fabrica en Córdoba, las canciones anónimas que se han transmitido de generación en generación. El acercamiento de la mujer a este instrumento, su frustrado proyecto con armar una orquesta de mujeres que toquen charango, de las ganas de proyectar la música y de lo difícil que es iniciar cualquier emprendimiento cultural sin la ayuda de los entes oficiales.
Comentó Pedro que no hace falta saber teoría y solfeo para aprender a tocar el charango, que es fácil y por lo tanto, recordamos que da clases particulares y en el lateral, pondremos los datos para contactarse con él. Y lo mismo con Alibé Carranza, excelente soprano que puede contratarse para intervenciones en eventos, casamientos, presentaciones de libros.
Se hizo un revisión por la historia del charango. La visión de Héctor Soto, charanguista chileno, el boliviano Ernesto Cavour Aramayo, y del peruano Julio Mendívil.
Cada Interpretación del invitado fue un absoluto deleite para los oídos. Entonces cómo no decirte :
¡GRACIAS PEDRO ¡
Alida Jorga Allocco de Las Varillas, presenta “Vuelo de Bautismo” , el día 29 de Julio a las 19:30 horas en SALAC (Sociedad Argentina de Letras, Artes y Ciencias) – Humberto Primo 150 – Córdoba.
María Paula Mones Ruiz, presenta “Avepoesía”, el 29 de Julio a las 19:30 horas en SADE de la calle Uruguay 1371-1º Piso, Buenos Aires.
Primer Encuentro Poético de Mis Poetas Contemporáneos organizado por Gustavo Tisocco. Día 3 de Agosto de 17 a 21 horas. Salon Dorado, Ministerio de Cultura , en el 1º Piso de Avda. de Mayo 575, Buenos Aires. Coordinación a cargo de Norberto Barleand. Participan:
El cierre será de lujo con la presencia de Paulina Vinderman, Edna Pozzi y Hugo Mujica.
El 12 de agosto a las 19 horas en la Biblioteca Córdoba , 27 de abril 375 , se presentará el libro “entonces” de un exquisito poeta que hemos disfrutado en el programa. LEANDRO CALLE. Participan de la presentación DIEGO FONTI Y CLAUDIO SUAREZ.
UN MILLON DE SANDIAS.
Pero además de concitar la magia, además de emitir “trinos feroces”, el poeta detenta la propiedad de soñar. Resulta que dos negros estaban dormitando en las laderas del Mississippi.
Uno de los dos se desperezó, bostezó, suspiró y dijo:
- Cómo me gustaría tener un millón de sandías.
- El otro negro preguntó.
- Rostus, si tuvieras un millón de sandías, ¿ me darías la mitad?
- ¡NO!
- ¿no? ¿No me darías un cuarto?
- No, no te daría un cuarto.
- Rostus, si tuvieras un millón de sandías, ¿no me darías diez sandías?
- No
- ¿No me darías ni siquiera una sandía? ¿A mí, que soy tu amigo?
- -Mira Sam, si tuviera un millón de sandías, no te daría ni siquiera una sola raja, una sola tajada.
- Pero, ¿por qué, Rostus?
- Porque eres demasiado perezoso para soñar por ti mismo
Isidoro Blaistein / Entre Ríos
La luz …es una mano que se inventa
Un ojo que se mira en sus inventos….la vista, el tacto
Octavio Paz.
La noche se acostó entre silencios y la Luna distraída puso atención en el piso y con su anzuelo de plata pescó un grillo caminando. Cric, cric, hojarasca. Pasos rápidos, pasos cantados. Cric, cric. Saltitos.
La noche se arropó en estrellas, en bostezos de sueño y se comió entre suspiros las últimas migajas del día. Un suculento piyama platinado de estrellas tapó sus ojos robados y sus párpados tendieron el manto negro del canto. Después se fue durmiendo y se dejó llevar por la luna, que tejió con manos suaves la trama negra del sueño. Cric cric encanto.
El grillo paseó cada saltito sazonado con hojas y subió a la montaña a rogar luz a la Luna, la escondió entre sus ojos, como un tesoro preciado, después de tanto esconderla quedó tan encandilado que escapó como un ciego, pateando piedras, oscuridades. La luna tomó su canto y lo arrojó del silencio, detrás se escucharon pasos huyendo hacia los bosques. Detrás una calle larga y allá lejos unos puntos oscuros, inalcanzables, era los miedos, que huían, que se fueron hacia el día.
Que serían las noches sin los grillos de paseo, sin los senderos que marcan en la hojarasca del sueño. A veces la noche es solo ojo que vigila sin parpadeo, el otro lo tiene tapado por el cric cric de los grillos.
Víctor García.
EL QUIRQUINCHO MÚSICO
Aquel quirquincho viejo, nacido en un arenal de Oruro, acostumbraba pasarse horas de horas echado junto a una grieta de la peña donde el viento cantaba eternamente. El animalito tenía una afición musical innegable. ¡Cómo se deleitaba cuando oía cantar a las ranas en las noches de lluvia! Los pequeños ojos se le ponían húmedos de emoción y se acercaba, arrastrando su caparazón, hasta el charco, donde las verdes cantantes ofrecían su concierto.-¡Oh, si yo pudiera cantar así, sería el animal más feliz del altiplano! - exclamaba el quirquincho.
Las ranas no se conmovían por la devota admiración que les tenía el quirquincho sino que, más bien, se burlaban de él. -Aunque nos vengas a escuchar todas las noches hasta el fin de tu vida, jamás aprenderás nuestro canto, porque eres muy tonto.
El pobre quirquincho, humilde y resignado, no comprendía el insulto que aquellas palabras encerraban. Un día creyó enloquecer de alegría, cuando unos canarios pasaron cantando en la jaula que llevaba un hombre. Las ranas mismas , embelesadas por el canto salieron a orilla de la laguna pensando que debían ser de su familia semejantes cantores, sapos con alas dijeron, los muy vanidosos. -¡Chist... Esperen! -dijo una de ellas-. Miren al tonto del quirquincho. Se va tras la jaula. Ahora pensará aprender a trinar como un canario... ja... ja... ja...
Efectivamente, el quirquincho siguió corriendo y corriendo tras el hombre de la jaula, hasta que las patitas se le iban acabando, de tanto rasparlas en la arena. -Qué desgracia! ¡No puedo caminar más y los músicos se van! -Allí se quedó tirado hasta que el último trino mágico se perdió a lo lejos... Ya era de noche cuando regresaba a su casa. Y al pasar cerca de la choza del hechicero, tuvo la idea de visitarlo y hacerle un extraño pedido: que le enseñara a cantar como los canarios. Otro hechicero se hubiera reído a carcajadas, este en cambio, puso la cara seria y repuso
-Yo puedo enseñarte a cantar mejor que los canarios, que las ranas y que los grillos, pero tienes que pagar la enseñanza... con tu vida. Cantarás desde mañana pero esta noche perderás la vida.
-¡Cómo!... ¿Cantaré después de muerto? -Así es.
Al día siguiente, el quirquincho amaneció cantando, con voz maravillosa, en las manos del mago. Cuando éste pasaba, poco más tarde, por el charco de las ranas, se quedaron mudas de asombro. -¡Vengan todas! ¡Qué milagro! ¡El quirquincho aprendió a cantar!...
Y, muertas de envidia, siguieron a saltos tras del quirquincho que, convertido en charango se desgranaba en sonidos musicales. Lo que ellas ignoraban era que nuestro pobre amigo, como todo gran artista, había dado la vida por el arte.
Otra leyenda
Un tejedor vivía en la Puña Jujeña. Fabricaba hermosas "cumbias" para los nobles, "abascas" sencillas para la gente de pueblo, y abrigos "yacollas" que se destacaban por el colorido y por la perfección del tejido. Su fama llegó hasta los incas más poderosos, y su pequeña choza se vio repleta de lanas y cueros con los cuales trabajaba rápidamente para cumplir con los pedidos. Los incas, satisfechos con su trabajo, le pagaban en oro, plata y piedras preciosas. " Pronto seré rico reflexionaba Pucá mientras se inclinaba, laborioso en su telar _ Y podré divertirme como los demás : pasearé, cazaré cuanto quiera y compraré todo lo que me guste"
En efecto, cansado de tanto trabajo y sacrificio, Pucá fue dejando sus telas y alejándose de su tarea. Se dedicó a la caza y comenzó a divertirse, embriagarse en compañía de otros indios, gastando su oro en cosas inútiles y vistosas. Rápidamente lo abandonó su suerte y los príncipes dejaron de encargarle trabajos que ya no cumpliría. Un día sintió frío y se dio cuenta de que el invierno llegaba : "Tendré que tejerme una yacolla", pensó, y con manos temblorosas dispuso las tintas para teñir la lana. Pero hasta tal punto había perdido su habilidad, que el teñido salió pálido y lleno de manchas y después de varias horas de trabajo sólo logró un tejido flojo, grosero y lleno de ásperos nudos y pelotones de lana mal escardada."No importa, lo usaré así. Mañana trataré de tejer otro", se dijo, y se envolvió completamente con el poncho.
Cuando despertó, el "yacolla" se había adherido a su cuerpo formando una dura corza, y en lugar de piernas y brazos emergían de ella cuatro patas cortas terminadas en afiladas uñas. Así, convertido en quirquincho, se lo ve aún entre los cardones de la Puna donde había vivido o en la campiña argentina, huyendo de los peligros y escondiéndose dentro de su caparazón.